domingo, 11 de octubre de 2009

Ayutthaya

Hoy os vamos a dar un ejemplo de lo que comentamos en un antiguo post del turismo que viene a Tailandia.
No os imagináis la atención que recibimos en el anterior hotel de Sukhothai, fue la típica atención que nos encanta recibir al estar en un lugar... se trata de ser atentos para anticiparse a lo que cada viajero piensa pero sin ser servicial y falso como muchos lugares de dinero.
Por la mañana nada más bajar a desayunar ya nos tenían preparadas dos bicis por si queríamos salir a pasear o cualquier cosa al centro del pueblo ya que este resort estaba situado por unas callejuejas junto al río a un kilómetro aproximadamente del centro del pueblo.
Un día fuimos a cenar y pedimos dos botellas de agua pero como normalmente en muchos hoteles te dejan unas botellas de agua en la habitación con las toallas y ese día no nos habían dejado pues nos dijeron que no nos las cobraban... serán tonterías pero lo que supone a ellos una botella de agua no es nada con el detalle... y así uno tras otro.
Así que nos fuimos sin querer olvidar jamás ese lugar que por cierto no vamos a decir el nombre... jejeje quien quiera ir que nos mande un correo y se lo decimos!!
Nos llevaron gratis a la estación de buses de Sukhothai y desde allí en 5 horas llegamos a Ayutthaya.
Aquí comienza el relato del ejemplo contrario, el ejemplo de un lugar megaturístico, de ese que tan poco nos gusta.
El bus nos dejó en la carretera ya que continuaba hacia Bangkok por lo que tomamos un tuk tuk y le dijimos que nos llevara a un lugar barato y limpio aunque tuviera comisión.
La conductora nos llevó al peor lugar que hubiéramos imaginado... en principio el lugar aparentaba bien, no demasiado limpio y con el precio idéntico a la maravilla de resort de Sukhothai pero aceptable por su situación y porque sólo íbamos a estar dos días así que aceptamos.
Al salir a cenar tras una ducha nos quedamos alucinados porque el salón del restaurante de madera que habíamos visto al entrar y tan agradable nos había parecido se había transformado en un bar-restaurante de copas con música altísima y cervezas y cocktails iban y venían entre las decenas de turistas de vacaciones veraniegas que poblaban las mesas... hasta ahí bueno no era lo que nos gustaba pero cenamos igual.
El problema vino justo a las 23.00h cuando se suponía según los propios papeles que adjuntos a las puertas traseras de las habitaciones advertían del silencio a partir de esas horas.
Sin poder dormir oíamos cantar (además como el culo) a decenas de turistas borrachos por la cerveza barata... parecía que nunca iban a terminar así que ya que estábamos en un hotel de mayoría maleducada pues nos callamos esperando que terminara cuanto antes.
Cuando parecía que comenzábamos a dormir, a eso de la 1.30 ó 2 de la madrugada llegaron los 3 ingleses subnormales de turno, borrachos a su habitación, contigua a la nuestra, con paredes de madera tan finos como el papel de arroz.
Aquí empezaba la fiesta!! golpes, cantos, etc etc que por un momento nos hizo imaginar que estábamos de vuelta en casa y los vecinos no paraban de molestar...
Entonces decidimos ponernos el mp3 y escuchar la radio o algo de música para olvidar todo y al día siguiente buscar otro lugar donde poder dormir.
Al día siguiente encontramos un lugar mejor, alquilamos una moto y comenzamos a recorrer la gran cantidad de templos que hacen famosa a esta ciudad a una hora escasa de Bangkok.
Los templos nos gustaron, pero no tenía nada que ver con Sukhothai ni por el ambiente ni por el tipo de gente que frecuenta esta ciudad tan cercana a la capital.
Así que mejor ejemplo que éste ninguno de lo que es Tailandia, un lugar muy similar a nuestro país pero con precios bajísimos y cualquier cosa al alcance del turista.
No vamos a decir que odiemos Tailandia pero después de visitar otros países del sudeste asiático creemos en condición de decir que Tailandia no es como nosotros por lo que encontrar un lugar poco turístico y tener la suerte de caer en un buen lugar es más parte de azar que de otra cosa.
Lo que ocurre que casualmente Laos, por ejemplo, no suele ser atractivo para el turista prototipo que visita Tailandia... y ójala así sea por siempre!!.

Excepto imágenes fotográficas de tailandeses adorando los budas y dioses de los templos que rodean la ciudad (que por cierto es gratuita su entrada en contra de los de dentro de la ciudad que además son megaturísticos y menos auténticos) poco más sacamos a relucir de estos dos días en Ayutthaya.

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