domingo, 11 de octubre de 2009

Mandalay

Tras 10 horas de viaje desde que salimos del lago Inle llegamos a la estación de buses de Mandalay a unos 7 kilómetros de la ciudad.
Un taxi de más de treinta años, legado de los japoneses, nos llevó hasta el hotel ya que en este país les encanta calcular el tiempo para que los buses siempre lleguen a destino a las 3 ó 4 de la madrugada, esas horas que ni duermes ni caminas por sus calles.
Pero bueno después de descansar ya estábamos preparados para afrontar las imágenes que nos deparara esta ciudad del norte del país que en su día fue capital de éste.
Mandalay en sí no tiene mucho a parte de su Palacio Real pero en este aspecto lo teníamos claro.
Vinimos a Mandalay para conocer de su historia no para colaborar con el gobierno pagando la entrada de 10 dólares por persona que establecen para visitar los monumentos más importantes de la ciudad y alrededores. Más tarde os contaremos por que no queríamos pagar ni un sólo centavo, en la medida de lo posible, a este gobierno.
Después de pasear y comprobar de nuevo que las ciudades grandes de los países pobres no son la opción más buena para vivir decidimos pasar el día entero de turismo alternativo, es decir, visitar los lugares donde no era necesario pagar esa tasa impuesta por el gobierno.
La noche anterior un conductor de trickshaw (es una bicicleta con asiento para tres personas) nos contó un poco la situación que viven muchas personas como él en un país cada vez más destrozado en todos los sentidos.
Está claro que sabe que esas cosas a los turistas nos afectan oirlas pero la verdad era un tipo bastante sincero y majo solo quería que nos acompañara él a lo largo del día para ir explicándonos un poco de los lugares que visitáramos a cambio de un par de euros o tres.
El caso es que aceptamos y al día siguiente un minicoche como el de la foto pero mucho más viejo venía a recogernos al hotel junto al conductor de tricshaw que haría de guía.
Recorrimos varios templos y pagodas de los alrededores, visitamos la hora de la comida en un monasterio con más de 1200 monjes.
Como otras veces os hemos contado monjes hay de muchas clases siendo todos ellos budistas. Normalmente se levantan a las 5 de la mdrugada para recitar versos y cantar mantras y sobre las 10.30 hacen su primera o única comida. A partir de las 12 del mediodía no pueden comer nada hasta el día siguiente. Y decimos que monjes hay de muchas clases porque hemos visto a monjes comer a cualquier hora, otros hablando por el móvil etc etc, y no es que no tengan derecho, al contrario, pero el camino hacia la iluminación o el nirvana conlleva el desapego de lo material y terrenal y con esas cosas no parece verse lo que las telas granates indican.
Pero bueno, este no fue el caso ya que aquí todo era muy metódico y correcto.
Conocimos a monjes bastante majos que les encantaba charlar para saber de nosotros y de nuestras vidas y por supuesto nosotros de las suyas tan difíciles de entender en una vida basada en el consumo como la nuestra.
Ese recipiente negro que véis en la fotografía es el que utilizan los monjes cada día por la mañana para pedir algo de comida por las calles de las tantas ciudades asiáticas que hemos visitado.
Siempre van en fila caminando junto a las casas y la gente sale y les da arroz, frutas o cualquier otra comida que luego de vuelta al monasterio comparten con el resto de monjes.
Ya serían cerca de las 14h cuando nos llevaron a comer a un lugar cercano al río donde dos chicas muy avispadas nos hablaban muchísimas palabras en español para que les compráramos unos collares de piedra de jade... la verdad es que muchas veces en el viaje hemos comprado cosas no porque quisiéramos sino por la necesidad que vemos en los rostros de quien nos vende.
El caso es que solo nos pedían 65 centimos por cada collar osea que imaginaros como decir que no.
Así que a quien le caiga el collar por allá por España que no piense que es uno más de una tienda sino que tras él hay toda la historia de unas chicas deseosas de llevar 1000 kyats al bolsillo de sus padres. Le compramos uno y aprovechamos para sacar una foto a su hermoso rostro cubierto de Thanakha...
La Thanakha es un maquillaje muy antiguo que a la vez sirve de protector solar, se extrae de moler la madera de un arbol frotándola contra un plato de piedra añadiendo unas gotas de agua.
En Myanmar todo el mundo lleva Thanakha sobre su rostro y le da ese aire exótico y auténtico que caracterizan los rostros de este fantástico país.
Más tarde, tras reposar la comida fuimos a ver el puente de teka más largo del mundo con unos 1,2 kilómetros de longitud total.
Tiene más de doscientos años y la verdad es que está colocado en un lugar muy fotogénico y privilegiado.

Allí de nuevo un niño nos acompañó a lo largo del tramo del puente contándonos (con un español bastante bueno) que iba al cole por las mañanas y que por la tarde salía a vender collares para ayudar a sus padres ya que la situación era dificil. Le dije que lo sentía pero que no podía comprar a todos los que se me acercaban en un día y él me sonrió y me dijo que lo comprendía, aún así quiso acompañarme contándome cosas de los pescadores y del puente de teka.
Cuando se iba a marchar le dí un billete de 500 Kyats (que no es nada) y me miró como pensando si debía cogerlo o no... le dije que no podía comprar tantos collares como me ofrecían porque no me cabrían en la mochila pero que quería ayudarle dándole eso... entonces me sonrió y me dió las gracias y ví como se marchaba por ese puente de teka haciéndose cada vez más pequeñito hasta perderlo en la lejanía.
Más tarde nos sentamos Maider y yo en uno de los banquitos del puente y vimos la cantidad de gente que lo atraviesa cada día... eso sí ninguno se saltaba su sonrisa o saludo... algunos icluso se paraban y conversaban un rato.
Tras una puesta de sol fallida debido a las espesas nubes negras que abarrotaban el horizonte decidimos terminar el día de visitas e ir a darnos una ducha para terminar la noche con los Moustache Brothers.
Estos hermanos son el resultado de más de tres generaciones de humor birmano, lo que les diferencia del resto es que su humor actual se basa en una pequeña parodia mezclado con bailes tradicionales de lo que ha ocurrido en Myanmar tras la toma de poder de los militares.
Todo el mundo decía que era muy caro ir a verlos (5 euros) y que ya no eran lo que eran antes, pero lo que os aseguramos que fueran lo que fueran fuimos allí por la admiración que sentimos a personas que dan lo que sea por luchar a favor del pueblo y no por el espectáculo en sí. La verdad es que fue una buena oportunidad para conocer de primera mano lo que es el gobierno de este país y lo que está haciendo con su pueblo... todo ello sustentado por nuestro "querido amigo" China.
Hacer humor de esto tras haber estado detenidos unas cuantas veces es admirable y más aún la fuerza que tienen en hacer esto cada día a pesar de rozar ya los 60 años.
Tan solo eramos tres personas, Maider, una china y yo... pero esto no bastó para que hicieran su espectáculo basado en danzas tradicionales y vestuario original de la época ya que según nos explicaron hasta el Longhi (falda que llevan tanto hombres como mujeres) es muy diferente al de antaño.
Uno de los hermanos (el que véis esposado en la foto) fue arrestado en 2007 tras las revueltas de los monjes que supongo recordaréis de televisión (si no lo recordáis a ver si véis menos gran hermano eh!!jejeje) y fue llevado a un centro de trabajo forzado durante unos años.
El caso es que reimos y aprendimos a la vez sobre cultura y represion birmana y nos sentimos ya en condiciones para contaros un poco más sobre este país.

Myanmar es un país gobernado por una Junta Militar en forma de dictadura comunista. La situación política, económica y social es de una absoluta opresión y represión del gobierno hacia el pueblo birmano, llegando a ser tercermundista. Aunque muchos de los viajeros no se den cuenta si no quieren, la falta de libertades y violación de los derechos humanos es muy palpable.
Esta es otra de las cosas que no entendemos del turismo que llamamos "no sostenible" y es por que muchos viajeros llegan aquí traidos incluso por agencias de viajes europeas y no tienen ni idea en que están empleando su dinero. No lo emplean en enriquecer al pueblo y contribuir a su mejoría sino en hoteles regentados por el gonierno o viajando en tren gubernamental y pagando todo en dólares. Así que aunque suene fuerte todos estos viajeros contribuyen en gran medida a sustentar esta dictadura militar.
Mientras que el país dedica el 40% de su presupuesto al ejército, la mayoría de la población vive en medio de la pobreza y la enfermedad.
Alrededor del 40% de los niños sufren de malnutrición y hay una alta tasa de explotación de mano de obra infantil. Muchos de ellos trabajando desde bien pequeños en restaurante, hoteles y medios de transporte. El gobierno ha utilizado a la población civil en trabajos forzados y labores militares peligrosas, como hacer de detectores humanos de minas terrestres. La líder de la oposición birmana y Nobel de la Paz, AUNG SAN SUU KYI, ha sufrido diferentes arrestos domiciliarios y ha sido encarcelada en diferentes ocasiones desde el año 1989. Hoy en día, sigue siendo privada de su libertad por ser defensora de los derechos humanos frente al gobierno de su país. Gran parte de la maltrecha economía birmana está sustentada por China, que controla el 60% de la economía de Birmania. Además, es la mayor fuente de financiación de la Junta Militar. El gobierno tiene restringidas muchísimas páginas web. Eso cuando internet funciona… Las llamadas internacionales también son complicadas y caras (6 dólares el minuto).
Los Birmanos como decían los Moustache Brothers son más "ricos" que los europeos ya que mientras nosotros sólo tenemos una instalación eléctrica ellos tienen tres...¿por qué?, muy fácil, necesitan tener 3 líneas de luz... una la que proporciona el gobierno que quita cuando se le antoja... de hecho mientras estaba escribiendo estas líneas la han quitado varias veces, otra la que les da China como haciendo un favor al pueblo birmano (cuando en realidad está apoyado por el gobierno y la mayoría de negocios provienen de este gran país) y la última línea la que tienen ellos a través de aparatos generadores de luz con combustible como necesidad cuando ninguna de estas otras dos líneas funcionan. Así que imaginaros lo que es eso todos los días de vuestra vida, cuando se va la luz cuando le da la gana y debes conectar otra alternativa si la tienes!!
Los ciudadanos birmanos no pueden salir del país sin la autorización del gobierno y en la mayoría de los casos tampoco pueden por falta de dinero y recursos. A pesar de todo, la presencia militar no es muy perceptible, salvo en zonas fronterizas donde hay luchas activas entre los insurgentes y el gobierno. Estas zonas están restringidas para los turistas.
Los birmanos son personas muy inteligentes, educados, bondadosos y, a pesar de su pobreza, honrados. Nunca pierden la sonrisa de la cara, tal vez porque confian en que algún día su suerte cambie y puedan vivir en un país libre.
Así que salimos del show bastante satisfechos de ver que en el mundo más asqueroso imaginado siempre hay alguien que utiliza la sonrisa para darle la vuelta a la tortilla... y todo esto desde el comedor de su casa ya que no les permiten hacer su show en un teatro.
Ojalá las cosas algún día se pongan de parte de esta gente que lucha desde la oscuridad y no tiene ni un minuto de televisión, mientras otros gastan su tiempo preocupándose por programas de televisión basura.
Así terminaron nuestros días en esta antigua y próspera capital que hoy la vimos muy decadente y preocupada por su futuro... Suerte Birmanos!!!

2 comentarios:

Carmen dijo...

Estas muy guapa Maider!!!!!!!


besicos!!!

ana y maria dijo...

Que guapa maider cogistes un buen peluquero eh jeje !Ya tenemos ganas de veros ya sabemos que vanis el 12 de diciembre ya nos veremos muy pronto muchos besos las primas cuidaros mucho