viernes, 23 de enero de 2009

La Serena y el Valle del Elqui

Desde Los Molles viajamos por la Panamericana (ruta que atraviesa todo Chile de norte a sur) hasta La Serena, un lugar donde la playa se encuentra a unos pocos kilómetros del mismo pueblo. Es un lugar donde se ha conservado la construcción de las viviendas con alturas y colores de la época colonial.
La Serena es un buen destino para tomarla de punto de partida hacia numerosos lugares. En uno de los hostales dimos con un profesor que incrementaba sus ingresos trabajando en verano como recepcionista y con el que intercambiamos cultura de nuestros países así como buena información de qué visitar por los alrededores.

Al día siguiente fuimos a Coquimbo, una ciudad portuaria cercana y donde por primera vez pudimos ver la abundancia de pescados, mariscos y moluscos de esta zona. El mercado estaba repleto de ostiones, locos, camarones, pulpo, machas, almejas, mejillones, navajas, erizos etc, etc… incluso se comían allí mismo con un limón exprimido y algo de cilantro por encima.
Vimos como pelícanos, gaviotas y lobos marinos se peleaban por los desperdicios de pescado que los pescadores lanzaban al agua en cubos.
Curiosa es la mezquita que se levanta en uno de sus cerros y que por instantes te hace sentir que no estás en Chile sino en cualquier lugar pesquero de Marruecos.









Y una de las mejores sorpresas que nos deparó el lugar y porqué no decirlo el azar, es que en La Serena se encuentre el único moái que ha salido de Isla de Pascua (a la cual no vamos, no por falta de ganas sino por el carísimo precio del vuelo).
Este moái lo regaló un anciano de la isla a otro de La Serena y ya que no podemos ir a la Isla de Pascua fue una gran sorpresa admirar su belleza, misticidad e imponencia cuando lo miras a los “ojos”. Al ser el único moai que
salió de la isla muchos países lo pidieron para sus museos y un par de veces que viajó a Francia y a Barcelona se quebró por el cuello debido al mal transporte por lo cual decidieron que no saldría más de La Serena.
Desde La Serena viajamos a Vicuña para ir al Observatorio Mamalluca, ya que según los expertos por estos valles se sitúan los mejores lugares del mundo para observar el universo, entre otras cosas porque poseen el privilegio de albergar el valle con más noches despejadas del mundo, con casi 300 noches de las 365 noches anuales.
Fue más impresionante el propio cielo en sí que lo que podíamos ver a través del gran telescopio que fue a penas unos segundos entre tantos visitantes. Allá se veían nebulosas a simple vista como millones de estrellas, también fue suerte encontrarnos con una noche oscura sin luna que contribuía a una mejor observación del universo.

Al día siguiente nos esperaba Pisco Elqui, un pequeño pueblo bastante yogui con meditación gratuita a media tarde, hostels con jardines internos tranquilísimos con música relajante y rodeado de montañas que protegen el valle del tesoro del lugar: los viñedos, donde elaboran la bebida nacional más disputada entre Chile y Perú; el pisco.
Con él elaboran el rico “pisco sour” un trago a base de pisco (tipo orujo, grappa etc.), zumo de limón, azúcar y clara de huevo. El lugar nos abrazó y llenó de paz, comida vegetariana, tranquilidad y gente agradable con las que conversar sin parar como Cecilia, una chica santiagueña que venía acá a relajarse de la tensión de la ciudad, con la que pasamos agradables ratos.
Por cierto seguro que debe diseñar ropa bien hermosa ya que estamos convencidos que el amor a las cosas se transmite: “Te deseamos mucha suerte en tus proyectos”… a ver si te conviertes en la custo chilena…
Y bueno así con pena, terminaron nuestros días por La Serena y el Valle del Elqui.

miércoles, 21 de enero de 2009

Los Molles

Los viajes imprevistos como el nuestro lo condicionan muchísimos factores, entre ellos nuestro siguiente destino porque fuimos allí porque el chico que trabajaba en el hostal de Santiago dónde nos alojamos nos recomendó una serie de lugares no turísticos ni para los propios chilenos y bueno así fuimos a parar a Los Molles un pequeño lugar antigua cala de pescadores donde nos relajamos unos días de tanto cemento y ruido.

El bus nos dejo en la carretera y fuimos caminando hasta el pueblo a sólo unos metros de la ruta Panamericana. A la primera persona que le preguntamos por alojamiento nos ofreció su pequeña cabaña tipo caravana Kill Bill donde estuvimos bien atendidos y muy relajados en sus playas solitarias llenas de mariscos y pescados.
Vimos por primera vez un pingüino que no se si estaba perdido o frecuenta este lugar pero nos dejo flipaos…jejeje

Fuimos con el dueño de la casa-caravana al pueblo de al lado, Pichicuy, a comprar pescado temprano cuando llegan los pescadores con lo que capturaron ese día y compramos 4 jaibas que son igual que los bueyes de mar por 1 luca (término coloquial para decir mil pesos chilenos).
Por cierto esas cantidades tan altas nos confunden un poco porque mil pesos son algo mas de un euro, osea que cada día manejamos unos cuantos miles de pesos.
Y bueno no paraban de decirnos que el agua de esta zona es templada para ser el Pacífico y eso pensábamos hasta que metimos los pies y entonces comprendimos lo del pingüino jejeje...
Y una vez más cuando empiezas a familiarizarte con el lugar toca armar de nuevo la mochila y buscar otro destino…

Santiago de Chile

Quizás no le dedicamos el tiempo que se merecía a Santiago pero tampoco queríamos perder mucho tiempo en la ciudad.
Paseamos por el histórico Palacio de la Moneda donde murió el gran Salvador Allende tan respetado por el pueblo chileno… mientras caminábamos imaginábamos los bombardeos de la época.


Santiago es una ciudad enclavada entre la llanura que lleva a la costa y la cordillera de los Andes por lo que tiene un clima muy agradable en verano.
Sus terrazas se repletan de gente y la vida nocturna es muy animada. Sus edificios son una mezcla entre lo colonial y lo moderno intercalándose grandes edificios modernistas con calles típicamente coloniales. Y en sus grandes avenidas se pueden ver muchos centros comerciales (llamados mall) y gente de negocios paseando con prisa con sus maletines y sus chaquetas en mano debido al calor.

El metro de Santiago es uno de los transportes públicos más utilizados y está considerado uno de los más eficientes y modernos de Latinoamérica.
Tampoco pasamos mucho más tiempo en la ciudad porque preferíamos ver otros lugares de chile por lo que no podemos escribir más sobre el lugar…





Lo que no sabíamos es que Mc Giver se llamaba Enrique… y encima que era chileno.. jejeje

Quintay y Valparaiso

Seis horas más dos adicionales de frontera llegamos a Santiago. Allí nos esperaba el Yullo (Jose) un antiguo compañero de nuestro primer viaje a Marruecos y que nos llevó a conocer Quintay un bonito lugar donde tienen una casa sus padres que él mismo diseñó y donde nos relajamos muchísimo. Sus padres nos deleitaron con un par de barbacoas, buenos vinos y el privilegio de despertar en un lugar como ese. Así como compartir una comida con unos simpáticos amigos.
Paseamos por la playa donde pudimos ver ese alga que es frecuente del pacífico pero que a nosotros nos resultó muy curiosa. Una vez se seca se queda muy rígida pero en su transcurso de secado se puede dar forma.
Por allí andaba también Nacho, un amigo de Jose en Barcelona que estaba disfrutando de sus vacaciones y con el que pasamos un par de días agradables.
Desde Quintay fuimos a Valparaíso a casa de un ex compañero de facultad de Jose donde hicimos noche y pudimos dar un paseo por los cerros que conforman este peculiar lugar.

Valparaíso fue en su día un importantísimo puerto a nivel nacional donde miles de contenedores llenaban diariamente sus costas y con el material de éstos (una fina chapa ondulada) revestían las paredes de sus fachadas dando un aspecto muy particular al lugar. Tras la construcción del canal de Panamá empezó a caer en decadencia hasta hoy en día donde hay algunos cerros mejor conservados que otros. Para acceder a los cerros se construyó en su día unos ascensores que transportan a la gente a través de unos raíles algo que se agradece cuando caminas por esta ciudad.

Nos llamó la atención la cantidad de grafitis que invaden esta ciudad y que le dan un toque artístico.









En su mercado pudimos comer por primera vez el rico marisco que tienen por estas tierras. Comimos unas machas gratinadas con parmesano, un chupe de loco (preparado con besamel y loco que es un molusco parecido a una vieira pero de mayor tamaño), jaiba (buey de mar), ceviche de reineta y camarones al ajillo. Todo regado con un rico vino blanco. La casa nos invitó a la bebida típica nacional “el Pisco”, que junto a limón, azúcar y clara de huevo formaban un rico aperitivo.

Mendoza despide a Argentina

Mendoza última ciudad Argentina y punto de inicio de nuestro viaje a través de los Andes hacia nuestro siguiente país: Chile.
Por las calles de Mendoza circulan antiquísimas canalizaciones de agua provenientes de los Andes y que permitieron a la ciudad tener un gran número de árboles que proporcionan muchísima sombra y frescor en el calor estival.
A nivel mundial es conocido por sus vinos y por la cantidad de escaladores y aficionados al montañismo que vienen a estas tierras ya que el Aconcagua es una de las montañas más fáciles de ascender para un montañista medio. Nosotros preferimos terminar nuestros días en Argentina comiendo uno de nuestros últimos filetes de rica carne y que no olvidaremos.
Casualmente por ahí pasaba una de las etapas del rallye Dakar que fuimos a ver donde mucho público argentino saludaba efusivamente por primera vez a todo coche que pasaba incluso a los mecánicos…
Uno de nuestros últimos días decidimos hacernos una camiseta con aquellas palabras que nos venían a la mente al pensar en Argentina. La camiseta dice lo siguiente:
tango y chacarera - choripan con chimichurri – boludo – subte – relindo – mafalda – alfajor de dulce de leche – murga – bondi – copado – mate – carpincho – viste – pebete – plaza de mayo… en cada paso un día, en cada día un mundo, en este mundo nosotros…

Argentina ha sido un país que nos ha ido conquistando día a día y que ha superado con creces nuestras expectativas. Hemos conocido hermosos lugares y mejores personas. Esperamos volver pronto a este gran país y no nos olvidamos de todos los que nos hemos encontrado en el camino y forman parte de nosotros en este gran viaje.
Gracias, Hugo, Katharina, Patrice, Julieta, Paula, María, Diego, Sol, Clavo, Kari y familia, Male, Analía, Silvana, Claudia, Valeria, Agustina y Nico.

miércoles, 7 de enero de 2009

La región de los 7 lagos... Bariloche

Una dos horas después llegamos a Bariloche un lugar bastante turístico tanto en invierno (debido a que es el destino principal de deportes de invierno de Argentina y Chile) como en verano por sus bonitos lagos… por eso le llaman la región de los lagos.
Un total de 7 lagos rodean este lugar entre montañas a pocas horas del Bolsón pero con un clima más frío y un aire mas “Guiri”… que aunque nosotros no nos excluimos de serlo no compartimos miles de cosas que “ellos” hacen y nosotros no… no vamos allí para comprar sin parar ropa deportiva de marca sino para disfrutar de los paseos entre los bosques de pinos milenarios y etc etc …

A 17 kilómetros de Bariloche está el cerro Campanario desde donde hay una de las mejores vistas de la zona y a donde subimos caminando por un camino más que empinado porque llegar allí para subir en tele-silla hasta la cocina no tiene emoción.
Además ahorramos 50 pesos que bueno mejor gastarlo en chocolate no?? Jejeje
Respetamos las opiniones ya sabéis pero esta es la nuestra!!
Bariloche es un lugar parecido a Andorra dónde hay miles de restaurantes y dónde las tiendas de electrónica se sustituyen por tiendas de ropa deportiva de marca.
Pero es un bonito lugar con una plaza empedrada rodeada de casas de piedra y madera y donde pudimos ver nuevamente unos grupos cantando chacareras mientras la gente del pueblo bailaba este precioso baile…interesante.
También posee una iglesia con aires Británicos junto al paseo que rodea el lago Nahuel Huapi y poco más que destacar de esta ciudad.
Pero como decimos siempre esta solo es nuestra opinión, seguramente habrán muchas mas pero como nosotros escribimos este blog… esta es la nuestra!!

Y la verdad sin engañarnos uno de los principales motivos que nos llevaron a este lugar es… si si el “chocolate” impresionante que se hace en este lugar… Hay quien hace la ruta de las tiendas outlet de montaña y show… nosotros hicimos la ruta del chocolate… jejeje.. mmmmmm… impresionante!!
Ahí van esas fotos dedicadas a nuestras madres que les encanta el buen chocolate...
Si pudiéramos os llevaríamos!!



sábado, 3 de enero de 2009

El Bolsón

Dicen que la ruta 40 es una de las más espectaculares de toda Argentina pero la verdad es que de las 32 horas de bus que hicimos para llegar a El Bolsón, solo mereció la pena una cosa… las espectaculares puestas de sol en este tipo de paisaje tan árido… pero bueno al fin y al cabo quizás otros digan que es hermoso, pero para nosotros no lo fue tanto, hemos visto paisajes más bonitos desde un bus, por ejemplo la quebrada de Humahuaca sin ir más lejos.

Pero bueno ahí van esas fotos que atestiguan la hermosura de las puestas de sol, que por cierto debido a la cercanía a la Antártica tardaban más en efectuarse que en otro lado del planeta, vamos que total oscuridad solo habían unas 5 horas de las 24 que tiene el día.

Bueno y poquito a poquito fuimos haciendo kilómetros por caminos de piedra y polvo hasta llegar a la comarca del Bolsón… y no estoy hablando del señor de los anillos sino de un lugar paradisiaco donde los haya… un lugar lleno de pinos milenarios, cabañas de madera, montañas nevadas pero con clima muy calido, muchísimas praderas verdes, lagos azules intensos y ríos y cascadas de agua transparente.
Llegamos aquí el mismo día 31 de madrugada y la suerte nos acarició al llegar al hostal Pehuenia donde nos trataron como si estuviéramos en casa preparándonos un rico asado para despedir el año y cuidándonos como si fuéramos de la familia, cosa que se agradece cuando estás fuera de casa(y no lo decimos por decir).



Al día siguiente nos prepararon unas bicis y recorrimos los 20 km que separan El Bolsón de el lago Puelo donde frente a un paisaje sin palabras rodeado de montañas nevadas y aguas cristalinas nos pegamos un baño que nos sentó de maravilla después del trayecto en bici. La vuelta fue algo más dura para Maider pero llegó como una campeona.

Y como hay muchas cosas por hacer en esta zona, un día después fuimos con Silvana y Analía, dos Argentinas muy agradables que se alojan con nosotros y que muy amablemente quisieron compartir su cuarto con nosotros cuando nos esperaba el sofá
(ya que el mismo día 31 no tenían lugar disponible) al Hoyo, un pueblecito cercano famoso por su salto de agua donde el baño fue bastante más helado de lo que imaginábamos pero agradable después de 1km de subida pronunciadísima y con mucho calor.

De vuelta preparamos una rica Paella con lo más parecido que pudimos encontrar pero resultó salir aceptable y ellos encantados como no...
ya veis ¿Cómo nos vamos a querer ir de aquí con este trato?... pero bueno todo llega y ya nos queda muy pocos días por esta tierra Argentina que nos ha ido dando poco a poco cada vez más cosas bonitas para nuestras retinas y anécdotas para contar cuando os veamos a todos.







Eran las 13h cuando llamaron a la puerta del hostel… ding… dong... era un amigo del propietario del hostel donde estábamos hospedados que venía a ofrecernos un chivito recien matado.
El dueño nos preguntó si queríamos comprarlo entre todos y lo asábamos al día siguiente y así fue… el resultado el mejor chivito que hemos comido nunca, asado a cierta distancia del fuego durante unas horas de manera que se cocinó muy despacio, jugoso por dentro y crocante por fuera… un espectáculo para los sentidos.
Que mejor manera pues de empezar el año que coger un bus hacia Bariloche con ese buen sabor de boca tanto por la comida como la tranquilidad de ese gran lugar llamado El Bolsón(nos enteramos que se llama así no porque viva Frodo allí sino porque está situado en un valle que forma una especie de bolsa con un micro clima tan particular que te permite estar en manga corta con bastante calor y tener todas las montañas de alrededor nevadas).