Afortunadamente se nos acerco un chino que tenía un traductor de inglés introducido en el móvil y nos iba mostrando palabras en inglés sueltas hasta que comprendimos que íbamos en dirección correcta.
Pero bueno en China nunca te aburres porque siempre tienes un chino a tu lado
Huaihuai nos sirvió para descansar después que cientos de chinas gritonas se pelearan entre ellas porque nos fueramos a la habitación del hotel para el que trabajan...al final ganó la que tenia mejor pinta porque había una vieja con la cara de la mala de los Goonies (que hablaba casi como Constantino Romero pero por supuest
A la mañana siguiente bus al ansiado Fenghuang y poco hay que decir de este antigüo pueblecito porque las fotos hablan por si solas.
Fenghuang se extiende a ambos lados del rio Tuo, hogar de una vital población de las minorías Miao y Tujia.
Eso si, en china no hay ni un solo turista que no sea chino y cuando vemos uno que no lo es hasta le saludamos..jejeje...en sudamerica había para aburrise.
Es un lugar bastante fotogénico por lo que cientos de amantes de la fotografía o de la pintura se acercan a este lugar para plasmar su arte en papel o en una tarjeta digital.
Al caer la noche lanzan al agua muchísimos barquitos de papel con velas dentro y todo el rio se ilumina de pequeños puntitos de luz que bajan lentamente el curso del rio.
Allí también pudimos ver dos animales enjaulados esperando que los señalen con el dedo (que por lo visto son una exquisitez para los chinos) para ir a la cazuela...la rata y la serpiente....sin palabras...
Y como para hacer grandes distancias en tren es necesario comprar el billete con varios dias de antelación tuvimos que marcharnos con pena por dejar ese bonito lugar aunque tampoco se podia estar por la calle pues no paraba de llover.
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