viernes, 6 de noviembre de 2009

Koh Lipe

Esto ya fue otro cantar... Koh Lipe a pesar de ser ya muy conocida entre mucha gente (todos dicen que un día llegará a ser otra Koh Phi Phi, esperemos que no!!) no es demasiado turística o mejor dicho llegamos en un buen momento cuando empezaban a abrir alojamientos y restaurantes pero no había mucha gente por lo que disfrutamos mucho de este bonito lugar. Koh Lipe es una pequeña isla casi haciendo frontera con Malasia donde puedes perderte unos días con relax asegurado. En el barco que nos llevaba desde Pakbara a la isla conocimos a Anita y Jesús, una de esas parejas con la que conectas al tiro como dirían los chilenos. Jesus y Anita estaban unos días de vacaciones por la isla, merecidas vacaciones después de años sin parar de trabajar viajando e importando productos a España. Vamos que ya sea por trabajo o por vacaciones llevaban más de 20 años viajando a India, Tailandia e Indonesia de dos a tres veces al año... osea que ya eran todo unos expertos en el arte de viajar!! jejeje Porque como todos los viajeros coincidimos no es lo mismo viajar que ir de vacaciones, aunque nosotros siempre preferiremos lo primero hay que saber diferenciarlo. Anita y Jesus una vez más nos han enseñado mucho y disfrutado en agradables cenas conversando de lo que es felicidad para unos y para otros... A parte de comer o cenar juntos también hicimos un par de buceos con Jesús, ya que a Anita el pesacado le gustaba en el plato. Las inmersiones fueron bonitas aunque pensábamos ver más transparencia en sus fondos marinos, eso sí, vimos una gran diversidad marina (morenas, sepias, peces globo, el megaconocido Nemo y todos los de la peli.. jejeje). Alucinamos con los colores de sus arrecifes de coral aunque están desapareciendo año tras año. También descubrimos que Maider debe estar fabricada de corcho porque flota que no imagináis... tenía más plomos que yo y cuando nos dábamos cuenta ya se había subido para arriba. Habrá que aprender bien a controlar la flotabilidad que no es fácil cuando bajas 15 metros. El resto fue relax, comer, dormir y bañarse con la facilidad que supone tener un bungalow a diez pasitos de la misma orilla. Y así terminamos nuestro tiempo en un lugar bastante aconsejable pero no demasiado para que no llegue a ser otra Phi Phi. Y desde Pakbara de nuevo contratamos nuestro bus para ir a la gran ciudad malásica llamada Kuala Lumpur.

No hay comentarios: