De Luang Prabang dicen que es la ciudad más bonita de Laos y no dudamos que la consideren bonita porque lo es pero ya sabemos todos que está de moda y vende mucho decir que es lo más de lo que sea.... que si la ciudad más peligrosa, que si la más turística, etc..
Nosotros pensamos que los lugares que uno visita en su viaje no solo dependen de lo que uno mismo ve sino de muchísimas otras circunstancias que acompañan a nuestra mente ese mismo día.
Pero a modo descriptivo diremos que Luang Prabang es un lugar con muchas casas coloniales con ese aire desgastado que produce el paso del tiempo y rodeada de templos. Esta es una de las ciudades con mayor número de templos y por tanto de monjes de Laos y su presencia por las calles relentiza un poco el ritmo de vida de esta pequeña ciudad.
De todas formas nosotros pensamos que hay varias clases de turistas y de viajeros... los turistas aprovechan lo máximo posible sus días haciendo todo lo que pueden sin importar en demasia el precio pedido ya que en estos países todo es muy barato.
No obstante pensamos que no es abusar sino pagar lo que consideras que vale algo, la prueba está cuando ves que los ciudadanos locales pagan mucho menos de la mitad por un producto o servicio.
Viajeros los hay de muchísimas clases, los hay que pasan por los lugares sin a penas afectar aquello con lo que se encuentran pero también los hay de los que pueden pasarse un mes entero en una ciudad tomando cubatas y viendo "Friends" en grandes pantallas de plasma junto a una bonita vista del río, es decir, transportando lo que para ellos son vacaciones pero a un país exótico.
Pues esto en parte ocurre con Luang Prabang como con tantos otros lugares de nuestro viaje y sinceramente no estamos muy de acuerdo con este tipo de situaciones ya que para nuestra opinión estropean el lugar haciendo ver a los lugareños que somos dólares andantes.
De todas maneras no solemos hacer mucho caso de la gente e intentamos sacar conclusiones personales sobre el lugar aunque lógicamente estas cosas no dejan de afectar directa o indirectamente a uno.
Pensamos que cuando uno llega a un país que no es el suyo debe acoplarse a él lo máximo posible aunque esto conlleve sacrificar ciertas cosas, esto hace que ganen dinero igualmente pero no cambien demasiado las cosas... cosa que no está ocurriendo con Asia.
Y decimos esto porque Luang Prabang tiene otra cara, y es la cara de la calle repleta de restaurantes de alto precio, cervecerías, cafeterías y miles de tiendas de tours donde los turistas derrochan su dinero sin mirar bien el daño que hacen a la gente que habita ese lugar.
Este tipo de turismo consigue por tanto un distanciamiento mayor entre las clases sociales del lugar y un malinterpretamiento de la gente del lugar del turista que tiene o no dinero... lo que queremos decir con este rollo es que consideramos que tanto el turista como el viajero debería disfrutar del país luchando por un precio justo e intentando no transportar su idea de vacaciones a Asia porque para eso que se vaya a Benidorm y así no estropean estos países y sus gentes.
Pero bueno Luang Prabang también te permite pasear junto al río que rodea la ciudad, comer en su mercado nocturno (un poco sucio eso si) o pasear por sus bonitos alrededores como las numerosas cascadas que cercanas a la ciudad hacen escapar un poco de la rutina.
Allí mientras los turistas se lanzan a lo tarzán desde una cuerda colgada de un árbol al río de aguas turquesas sin pensar demasiado si debajo hay alguna roca que les amargue el día, otros pasean por sus senderos hasta llegar a la cima de la cascada.
Aunque para nosotros el tesoro de la ciudad son sus templos en concreto el templo de Xieng Thong, construido en 1560. En el santuario principal junto a una de las paredes pudimos ver un bonito mosaico del árbol de la vida donde se iluminó Buda. De hecho ésta imagen es repetida en toda la artesanía local como algo característico del lugar.
Nosotros pensamos que los lugares que uno visita en su viaje no solo dependen de lo que uno mismo ve sino de muchísimas otras circunstancias que acompañan a nuestra mente ese mismo día.
Pero a modo descriptivo diremos que Luang Prabang es un lugar con muchas casas coloniales con ese aire desgastado que produce el paso del tiempo y rodeada de templos. Esta es una de las ciudades con mayor número de templos y por tanto de monjes de Laos y su presencia por las calles relentiza un poco el ritmo de vida de esta pequeña ciudad.
De todas formas nosotros pensamos que hay varias clases de turistas y de viajeros... los turistas aprovechan lo máximo posible sus días haciendo todo lo que pueden sin importar en demasia el precio pedido ya que en estos países todo es muy barato.
No obstante pensamos que no es abusar sino pagar lo que consideras que vale algo, la prueba está cuando ves que los ciudadanos locales pagan mucho menos de la mitad por un producto o servicio.
Viajeros los hay de muchísimas clases, los hay que pasan por los lugares sin a penas afectar aquello con lo que se encuentran pero también los hay de los que pueden pasarse un mes entero en una ciudad tomando cubatas y viendo "Friends" en grandes pantallas de plasma junto a una bonita vista del río, es decir, transportando lo que para ellos son vacaciones pero a un país exótico.
Pues esto en parte ocurre con Luang Prabang como con tantos otros lugares de nuestro viaje y sinceramente no estamos muy de acuerdo con este tipo de situaciones ya que para nuestra opinión estropean el lugar haciendo ver a los lugareños que somos dólares andantes.
De todas maneras no solemos hacer mucho caso de la gente e intentamos sacar conclusiones personales sobre el lugar aunque lógicamente estas cosas no dejan de afectar directa o indirectamente a uno.
Pensamos que cuando uno llega a un país que no es el suyo debe acoplarse a él lo máximo posible aunque esto conlleve sacrificar ciertas cosas, esto hace que ganen dinero igualmente pero no cambien demasiado las cosas... cosa que no está ocurriendo con Asia.
Y decimos esto porque Luang Prabang tiene otra cara, y es la cara de la calle repleta de restaurantes de alto precio, cervecerías, cafeterías y miles de tiendas de tours donde los turistas derrochan su dinero sin mirar bien el daño que hacen a la gente que habita ese lugar.
Este tipo de turismo consigue por tanto un distanciamiento mayor entre las clases sociales del lugar y un malinterpretamiento de la gente del lugar del turista que tiene o no dinero... lo que queremos decir con este rollo es que consideramos que tanto el turista como el viajero debería disfrutar del país luchando por un precio justo e intentando no transportar su idea de vacaciones a Asia porque para eso que se vaya a Benidorm y así no estropean estos países y sus gentes.
Pero bueno Luang Prabang también te permite pasear junto al río que rodea la ciudad, comer en su mercado nocturno (un poco sucio eso si) o pasear por sus bonitos alrededores como las numerosas cascadas que cercanas a la ciudad hacen escapar un poco de la rutina.
Allí mientras los turistas se lanzan a lo tarzán desde una cuerda colgada de un árbol al río de aguas turquesas sin pensar demasiado si debajo hay alguna roca que les amargue el día, otros pasean por sus senderos hasta llegar a la cima de la cascada.
Aunque para nosotros el tesoro de la ciudad son sus templos en concreto el templo de Xieng Thong, construido en 1560. En el santuario principal junto a una de las paredes pudimos ver un bonito mosaico del árbol de la vida donde se iluminó Buda. De hecho ésta imagen es repetida en toda la artesanía local como algo característico del lugar.
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