sábado, 21 de febrero de 2009

Potosí

“Vale un Potosí” ¿Alguien sabría decir de dónde viene esta frase?... Para el que no lo sepa Potosí hace 400 años era la ciudad más rica de Sudamérica… ¿Por qué? Porque aquí esta “El Cerro Rico” que es esa pequeña montañita que asoma a espaldas de la ciudad y que incluso antes de que llegaran los españoles a este lugar los incas ya la conocían pero no se atrevían a explotar su rico mineral porque cuando se acercaron a ella por primera vez el volcán rugió y pensaron que era la Pachamama la que no quería que tocaran sus riquezas.
Pero algún inca traicionero hizo llegar la noticia a los españoles y cuando llegaron al Cerro Rico era tanta la cantidad de plata que tenía la montaña que incluso brotaba a simple vista.
Desde entonces los españoles empezaron a explotar la montaña y construyeron sus casas coloniales a un lado del río y al otro lo dejaban para los trabajadores esclavos de las minas que extraían plata que iba directamente a parar a la casa de la moneda dónde más esclavos trabajaban la plata convirtiéndola en lingotes y monedas de plata que mandaban directamente a España.

“Dicen que hasta las herraduras de los caballos eran de plata, de plata eran los altares de las iglesias, los querubines en las procesiones. En 1658 para la celebración del corpus christi, las calles de la ciudad fueron desempedradas desde la matriz hasta la iglesia de recoletos y cubiertas totalmente con barras de plata”.(Eduardo Galeano).
Y como este mismo escritor decía “España tenía la vaca pero otros tomaban la leche”
Con esto quiere decir que los metales arrebatados a los nuevos dominios coloniales hicieron posible el desarrollo económico europeo hasta nuestros días.
Pero la corona estaba hipotecada de tanta colonización tan costosa y cedía por adelantado casi todos los cargamentos de plata a los banqueros alemanes, genoveses, flamencos, ingleses, etc.. América fue y es un negocio europeo. Ahora ya sabéis que para que nosotros tengamos casa individual por pareja, un coche nuevo y nos casemos por todo lo alto aquí muchos niños trabajen de sol a sol para ganar no más que lo que se lleven a la boca.

Con toda esta historia creíamos estar preparados para ver la realidad muy diferente a la de antes, mientras antes fue el lugar más rico ahora se piensa que es el más pobre de Sudamérica. Por eso decidimos visitar las minas en la actualidad y pudimos comprobar la miseria por la que trabajan mayores y niños.
Potosí en contra de lo que la gente cree (siempre se lo adjudican a La Paz) es la ciudad más alta del mundo con 4060 msnm.

Entrar en este lugar no es algo turístico pues allí siguen trabajando en cooperativas los mineros para sacar algo más de 80 euros mensuales, pero nos contó uno que ahora la cosa está tan mal que no les llega ni tan siquiera para comprar sus herramientas.
Por este motivo el guía nos sugirió que era aconsejable comprar una serie de cosas que los mineros utilizan cada día para su trabajo en la mina.
Compramos cuadernos y bolígrafos para los hijos de los mineros, dinamita y mechas para hacer explotar la roca, alcohol de 96º y hojas de coca que consumen directamente para poder soportar el trabajo sin oxígeno ni ver la luz del sol metidos en un agujero bastante impresionante a nuestro parecer.
Hay niños que al salir del colegio van a trabajar a la mina, para sacar algo de dinero para ayudar en casa a salir adelante.
Ahora a penas puede verse la plata más que diseminada en pequeñas partículas entre muchos otros minerales en vetas sobre la roca por lo que han de utilizar componentes químicos para extraerla. Y muchas de ellas como las de la foto son vetas que están en el centro del túnel por lo que no pueden extraerla por miedo a un derrumbe.
En la entrada a la mina había unas manchas rojas sobre las piedras que era sangre del último sacrificio que los mineros hicieron a la Pachamama porque según ellos cuando los túneles se derrumban o muere alguien dentro de la mina es porque la Pachamama tiene hambre y sacrifican una llama para saciar su hambre y que no mueran más mineros.
Aún así mueren unas 2 personas al mes por derrumbes o gases nocivos y el resto de mineros no suelen vivir muchos años debido a enfermedades pulmonares o respiratorias.
Como ya hemos comentado para soportar este duro trabajo beben alcohol de 96º y llenan sus bocas de hojas de coca que les quitan el hambre y les hacen soportar mejor este trabajo.
A nosotros nos recomendaron tomarlas también al entrar a la mina pues allí el aire es escaso y puedes sentirte agobiado en túneles estrechos.
Pero a pesar de todo nunca nos sentimos mal, será porque nos poníamos en el lugar de aquellas pobres gentes que pierden un poco de vida cada día para que nosotros dudemos sobre que anillo o pendientes elegir… y después comentemos “esta gran duda con nuestros amigos”.
Los mineros una vez entran a trabajar a la mina no creen en dios sino en “el tío”(el diablo) y algún día a la semana se reúnen con él para contarles sus penas y pedirle protección en aquel lugar más parecido al infierno que hemos estado.
Una vez allí, nosotros también hicimos el ritual de ofrecer al tío hojas de coca y cigarrillos y “beber” un poco de alcohol de 96º para pedirle protección mientras estuviéramos allí dentro.
Una vez salen a la “vida” los mineros vuelven a creer en dios pero allí dentro solo creen en el tío que les protege cada día.
Y bueno esto es un claro reflejo de lo que es Suramérica y de cómo los países más ricos crecen a costa de que otros se hundan cada vez más en la miseria.

Os dejamos con una pequeña explicación del día a día de Don Felipe.

1 comentario:

Kary Gonzalez dijo...

Gracias por esas letras de Potosí...que bueno que Galeano acompaña vuestro viaje...

Abrazo fuerte,
K