Nuestro siguiente destino tras Potosí fue Sucre, en contra de lo que la gente cree, la capital del país. Aquí ya se notaba un ambiente de más poder económico o quizás resaltaba más entre los vendedores o limpiabotas de la calle. Es una ciudad construida entre montañas y con un centro histórico muy bonito, con calles adoquinadas y fachadas blancas con balcones salientes tipo Castilla.
Justo a nuestra llegada, a parte del carnaval (donde se dedican a alanzarte agua con todos los medios inimaginables) se celebraba el bicentenario de la independencia de la capital de los españoles. En la conocida Casa de la Libertad está la declaración firmada de dicha independencia.
Justo a nuestra llegada, a parte del carnaval (donde se dedican a alanzarte agua con todos los medios inimaginables) se celebraba el bicentenario de la independencia de la capital de los españoles. En la conocida Casa de la Libertad está la declaración firmada de dicha independencia.
Esta ciudad está rodeada de iglesias coloniales donde destaca La Catedral. Tiene un gran mercado de frutas y verduras, carne, quesos, choclos (maíz, hay muchísimos tipos), muchas clases de patatas (papas), empanadas (salteñas), gelatinas, zumos, choricerías, etc… la verdad es que todo con muy buen aspecto.
Tras tres días en esta ciudad nos fuimos a La Paz donde poco hay ya que contar que no sepáis, a parte de ser una ciudad desordenada, con mucha gente pidiendo y calles con unas cuestas para morirse (hay que tener en cuenta que se encuentra a 3.660 msnm).
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