domingo, 22 de marzo de 2009

Cabanaconde

A seis horas desde Arequipa por montañas gigantescas y paisaje bien verde se encuentra el pequeño pueblo de Cabanaconde que es un pequeño poblado de no más de 1500 habitantes desde donde se pueden hacer pequeñas o grandes caminatas a través del famoso Cañón del Colca.
El pueblo es tranquilísimo y con gente muy amable, algo de agradecer después de visitar durante un mes Bolivia sin a penas recibir un saludo o una sonrisa.
Por estas tierras hay un festival de maíz sobre mediados de Abril y no es de extrañar que lo celebren por todo lo alto ya que este lugar está repleto de cientos de campos de maíz de todos los colores inimaginables (nosotros sólo conocíamos el amarillo).
Se puede caminar hacia el río introduciéndote en el enorme cañón a unos 1.100 metros del pueblo en unas cuatro horas, pero tampoco nos apetecia mucho andar y decidimos ocupar el tiempo en caminar por el pueblo, sentarnos en medio de la plaza a observar como vive la gente y cosas así que a veces dejas de lado y son bastante interesantes para conocer de verdad como es la gente de este lugar.
Este es un lugar de cóndors y sólo vimos uno al regresar a Arequipa de nuevo con el bus.
Y bueno aunque de estas cosas los viajeros no suelen hablar queremos contaros lo bien que nos tratan cada vez que vamos a comer, desayunar o cenar a un pequeño restaurante llamado Sumac Saira que llevan perfectamente dos chicas peruanas, además siendo alucinantemente barato.
Una sopa de verduras con patata y carne de vacuno, un salteado de verduras y una gelatina de fresa de postre más un agua mineral nos ha salido por unos 3,50 soles, unos 0.75 euros... ¿no es increible? pues esto aún existe por el mundo y si a todo esto además le sumas el buen trato constante creo que algo falla, no es normal ni justo que en algunos lados te pidan 30 soles por una pizza precocinada y ni te miren a la cara y otros te cobren 3,5 y te traten tan bien.
Esta es la gran diferencia que en ocasiones el viajar por libre te permite encontrar y elegir en cada momento lo que deseas hacer.
Ojalá les vaya muy bien a estas dos pedazo de currantas con ese comedor que con tanta ilusión recien (como dicen ellos) empiezan.

Arequipa

Poco menos de una hora fue suficiente para que sellaran nuestros pasaportes y entraramos oficialmente en Perú. Fuimos directos a Arequipa una ciudad con un conjunto histórico muy semejante a las plazas de los pueblos españoles con su catedral en mitad de la plaza de armas adoquinada y sus arcos y balcones salientes por sus calles contiguas.
También se nota mucho que es una ciudad bastante ordenada y mucho más limpia que las que habíamos visto hasta ahora en Bolivia.
Y a parte de pasear por sus calles, ir a comprar algo de lo que perdimos con la mochila, ir al cine a ver alguna que otra novedad y descansar... poco más podríamos destacar de Arequipa más que encontramos la relajación que necesitábamos.

sábado, 14 de marzo de 2009

Copacabana - Isla del Sol

Tras una semana en La Paz esperando solucionar el problema de la mochila sin resultado alguno nos fuimos a Copacabana.
Copacabana es un pequeño pueblo a orillas del lago Titicaca (que tampoco es el más alto del mundo como se cree, hay más altos en Perú, Chile o Ecuador) con poco atractivo excepto su catedral de estilo morisca y el puerto desde donde salen los botes a la Isla del Sol.
Esta isla es el remanso de paz que necesitábamos después de tantos nervios acumulados y sobre todo impotencia. Es una isla de poco más de cuatro kilómetros de larga pero muy montañosa y con muchas ruinas incas. Al llegar ya nos esperaba una gran prueba, “La escalera del Inca”, son las escaleras construidas por los incas para subir al pueblo de la parte sur llamado Yumani y decimos prueba porque a 3.800 msnm cualquier movimiento supone un gran esfuerzo. Con el corazón en la boca pasamos todo el día para recorrer la isla de sur a norte por un pequeño sendero con preciosas vistas. Una vez llegamos a Chai’llapampa en el norte, comimos y como no había otra manera de volver a esas horas más que a pie, caminamos inmediatamente para evitar que el sol se pusiera en el camino.

En total cinco horas y media cruzándonos en la isla con guiris de los que no saludaban y a la vuelta con lugareños con sus animales de vuelta a sus cuadras.
Un paseo agotador pero muy recomendable y relajante.
Y así terminaron nuestros días por Bolivia. El resumen, dejando de lado el robo de la mochila, es el de un país con paisajes tan diversos y bonitos como mal administrados. En Bolivia hay turismo por la variedad y espectacularidad de sus paisajes, pero no será por la amabilidad de sus gentes, porque en ningún país de los visitados en nuestras vida hemos conocido gente más sosas y antipáticas y no ha sido casualidad sino que muchos viajeros coinciden con nosotros. Incluso en muchas tiendas nos hemos salido sin comprar porque ni siquiera te miran a la cara, es como si no quisieran que les comprases, es algo tan extraño…Pero bueno quizás hay que perdonar porque en otra época los españoles nos portamos mucho peor con ellos.
Y así nos marchamos de Bolivia, con la retina repleta de paisajes hermosos, con impotencia e indignación por el mal funcionamiento de l ajusticia, con unos cuantos kilos de menos sobre nuestra espalda pero con la total certeza de que todo aquello que nos ocurrió es por algo bueno y que nos ha enseñado mucho para segur con nuestro viaje despacito por el mundo.
Gracias a todos aquellos que nos habéis apoyado con lo ocurrido, en esos momentos nos hicisteis sentirnos cerca, como en casa.

Rurrenabaque

Hay dos maneras de llegar al Amazonas boliviano. La primera es en una avioneta de diez plazas que tarda cuarenta minutos, pero ésta no despega o aterriza si la pista de aterrizaje de Rurrenabaque (de tierra) no se encuentra en buenas condiciones. La segunda y única forma en nuestro caso fue en bus a través de la famosa carretera más peligrosa del mundo: el descenso del Coroico, ¿quién no ha visto una presentación de power point de esta carretera? En la que se cruzan buses y camiones en unos precipicios que mejor ni mirarlos. El viaje, sin palabras, tramos de 3,5 metros de ancho en los que sólo pasaban las cuatro ruedas del bus, porque el chasis se salía fuera de ella, ríos atravesando la carretera en cascadas de agua, árboles caídos por las lluvias, (os informamos que acá en Bolivia en enero-marzo es temporada de lluvias) piedras y socavones. Y si a todo esto le añades veinte horas de viaje sin oler una gota de asfalto, cuando bajas del bus parece que sigues botando durante horas. Pero todo esto iba acompañado de unos paisajes alucinantes como jamás habíamos visto. Cada kilómetro que transcurría la vegetación era más grandiosa.


Rurre es un lugar muy bonito, con un calor y humedad impresionante y una tranquilidad sólo rota por la cantidad de motos que circulas por el pueblo. De aquí contratamos un tour de tres días por la selva.
Un bote nos transportó dos horas río arriba hasta el comienzo del Parque Nacional Madidi, el cual está formado por una extensión de 1.895.750 hectáreas o sea 18.957 km2, es decir, un lugar gigantesco donde habitan pueblos indígenas originales como los Tacanas o Quechuas y millones de especies animales y vegetales.
Comenzaremos por el final… una de las experiencias más alucinantes del viaje pero sólo al regresar de allí porque durante la estancia es un acojone… todo pica, todo duele, todo se mueve, es la mayor concentración de vida que jamás hemos visto, pero empecemos la aventura por el principio…
Bajamos del bote en una orilla del río y nuestro tarzán (guía) Jose Luís, nos hizo una seña que le siguiéramos por el sendero que en diez minutos llegaríamos al campamentos desde el cual haríamos las incursiones a la selva.

Los primeros veinte metros perfectos, con bastante barro pero transitable, después el barro empezó a ser blando y a cubrirnos las botas por lo que nos las quitamos y caminamos descalzos. Veinte metros después apareció un gran estanque de agua marrón que había que cruzar (cada paso que dábamos ahí dentro deseábamos que fuera el último). Lo cruzamos intentando no prestar demasiada atención a lo que pisábamos en el fondo y con las mochilas lo más altas posible ya que el agua en ocasiones nos llegaba casi por la cintura. El guía desde la otra orilla sonriendo y diciendo ¡venga chicos que esto no es nada! Nosotros flipando y así empezó lo que serían tres días de verdadera aventura por la selva.
Durante las largas caminatas en busca de animales salvajes, tarzán nos iba mostrando cada planta y cada árbol, nos hablaba de sus peligros al tocarlos, de sus propiedades medicinales, de sus frutos comestibles nuevos para nosotros, de las semillas utilizables para artesanías (recogimos unas cuantas con las que luego aprendimos a elaborar anillos y collares), del poder colorante de ciertas hojas…


Bebimos agua del interior de lianas, probamos la semilla del cacao en fruto, vimos los grandiosos caobas y los alucinantes estranguladores de árboles (crecen en su copa y desplazan sus raíces alrededor del tronco del árbol hasta llegar a la tierra y con el paso de los años acaban estrangulándolo y matándolo y se queda él como árbol), vimos gigantescos árboles caídos abriendo un poco de claridad en el espesor de la selva y dando oportunidad a nuevas plantas y árboles a vivir. La alucinante vegetación nos pareció todo un mundo de supervivencia entre especies incluso mucho más clara que la de animales.
Tarzán siempre iba delante abriendo paso con su machete bien afilado de un metro de hoja, esto no impedía que de vez en cuando nos dijera que corriéramos y después nos explicaba porqué. A veces eran paneles de avispas muy pequeñitas pero mejor del dolor provocado por su picadura que os lo cuente Maider al regreso. Otras veces eran hormiguitas que ni se veían pero corrían velozmente hacia tu piel y dolían cuando mordían que ni os cuento. Y bueno arañas tarántulas y escarabajos gigantes y bueno ni antimosquitos con 50% DETT, ni leches, picaban a través de la ropa y había millones.


La humedad en la selva es del 100% y esto te pesa. Fuimos en busca de jabalís y encontramos grandes manadas que nos hicieron sentirnos como una pulga, pero el guía decía que no pasaba nada que nos tenían miedo y por ello iban haciendo un ruido muy fuerte con sus dientes.
Por las noches el ruido era indescriptible, millones de insectos, ramas cayendo, pájaros, lluvia, viento, etc… pero dentro de nuestras mosquiteras nos sentíamos mejor. El guía nos ofreció salir a buscar jaguares de noche pero nosotros obviamente no quisimos porque no nos sentíamos seguros.
El primer día ya no nos quedaba nada seco y caminábamos por la selva calados hasta los huesos.
La experiencia fue alucinante y satisfactoria pero reconocemos que es una locura convivir entre tanta vida salvaje y competencia incluso vegetal, sin que te ocurra nada.

Sucre

Nuestro siguiente destino tras Potosí fue Sucre, en contra de lo que la gente cree, la capital del país. Aquí ya se notaba un ambiente de más poder económico o quizás resaltaba más entre los vendedores o limpiabotas de la calle. Es una ciudad construida entre montañas y con un centro histórico muy bonito, con calles adoquinadas y fachadas blancas con balcones salientes tipo Castilla.
Justo a nuestra llegada, a parte del carnaval (donde se dedican a alanzarte agua con todos los medios inimaginables) se celebraba el bicentenario de la independencia de la capital de los españoles. En la conocida Casa de la Libertad está la declaración firmada de dicha independencia.
Esta ciudad está rodeada de iglesias coloniales donde destaca La Catedral. Tiene un gran mercado de frutas y verduras, carne, quesos, choclos (maíz, hay muchísimos tipos), muchas clases de patatas (papas), empanadas (salteñas), gelatinas, zumos, choricerías, etc… la verdad es que todo con muy buen aspecto.
Tras tres días en esta ciudad nos fuimos a La Paz donde poco hay ya que contar que no sepáis, a parte de ser una ciudad desordenada, con mucha gente pidiendo y calles con unas cuestas para morirse (hay que tener en cuenta que se encuentra a 3.660 msnm).

miércoles, 4 de marzo de 2009

En la Paz no hubo Paz

“Si eres la persona que tiene la mochila del hostal Austria de La Paz no queremos que nos devuelvas nada pero por favor ponte en contacto con nosotros desde la web para devolvernos al menos una cinta de video de gran valor sentimental para nosotros”

“If you are the person with the backpack from the hostel Austria of La Paz, we do not want anything back, but please contact us through the web to restore at least one videotape of great sentimental value for us”


Decimos esto por lo siguiente que contamos a continuación:
Estábamos en el Hostal Austria, un hostal de La Paz en Bolivia por supuesto muy poco recomendable para quien lo lea y como queríamos pasar unos 5 días en el amazonas decidimos dejar mi mochila con todos los objetos de valor en el deposito del hotel (esto incluía toda la medicación, dni, carnet de conducir internacional, 3 tarjetas de crédito, el disco duro con las fotos y los datos de nuestra web por eso pensamos que el que robó la mochila podría leer la web, las cintas de video grabadas, toda la ropa térmica de abrigo, cables y cargadores de todo tipo de aparatos que llevábamos incluido los mismos .etc, etc, etc...) pues bueno lo dejamos en una habitación con llave que según la recepcionista no había problema, pues bien regresamos de la selva y abre la puerta y no estaba la mochila ni la guitarra, imaginaros lo nervios de perder todo lo que teníamos…bueno pues el conserje de la noche el muy listo había abierto la puerta a un chico que decía que tenia allí guardada su mochila y sin pedir documentación ni nada se la da...
Pusimos una denuncia a la policía turística pero después de mil tramites incluida la embajada de esta mañana nos han dicho un funcionario de la embajada española que no hay nada que hacer, que la policía es tan corrupta que si encontrara la mochila (que ni de coña porque tenéis que ver a la policía de aquí..que da risa verla) se quedarían los objetos de valor..
Los tramites son tan largos que la policía solo te pide pasta y va alargando la cosa y no estamos dispuestos a estar aquí un mes por la puñetera mochila...ojala le siente bien a quien la tenga.
O sea que eso es lo que hay...de momento no sabemos si seguiremos el blog o si lo hacemos seguro que no con la frecuencia que lo hacíamos pero como mientras la salud nos lo permita vamos a seguir con nuestro “viaje”.

Lo que mas afectados estamos es por las cosas sentimentales de nuestro viaje como los videos que hemos grabado de todas las personas y lugares bonitos que hemos conocido y bueno que os voy a contar...que estamos jodidos en cuanto a eso el resto estamos bien, pero espero pase pronto.


Hasta nos han contado que un señor con una enfermedad ósea que le pago el estado 500 dólares le estaban esperando al señor fuera un "caco" para robarle y casualmente lo engancho la policía y le dijo al señor que solo había podido recuperar 70 dólares...así es Bolivia amigos...un lugar con bonitos lugares pero un gallinero lleno de policías corruptos de mierda donde la justicia deja tanto que desear que ni siquiera la hay.
Así que así nos marchamos de este país, con cosas bonitas en nuestra retina pero una mala experiencia que nos marcará gran parte de nuestro viaje bien seguro…