Tras pocas horas de sueño, mucho tiempo de espera y un par de vuelos llegamos por fin a nuestro punto de partida: Río de Janeiro. El primer día debido a nuestro cansancio no hicimos gran cosa. Desde el aeropuerto cogimos un ómnibus con el aire acondicionado al máximo a Leblón, lugar donde viven Cahê y Giull, dos amables “coachsurfers” que nos acogen en su casa los días que estamos por esta ciudad.
Río es una ciudad apiñada entre montañas y el océano que le da el privilegio de ser una de las ciudades costeras más bonitas de todo Brasil. Sus calles están repletas de gente, tráfico, edificios altísimos, comercios y lugares donde picar algo (sucos & lanches) que es lo que ellos llaman a los zumos y comida rápida. Hay una variedad enorme y desconocida de frutas con las que puedes disfrutar de un zumo por 1,35€. A ellos les apasiona una fruta llamada “açaí” con la que hacen unos zumos tan espesos que te los tienes que tomar con cuchara.
Pão de Açúcar es una formación rocosa con 395 metros desde donde hay una vista alucinante e inmejorable de la ciudad por todos sus extremos.. sin duda merece la pena coger el teleférico y subir hasta aquí esperando que haya un día despejado como nos pasó afortunadamente. Sobre la cima hay un bonito paseo entre una espesa vegetación de plantas frondosas y bambús.
Además de disfrutar de la ciudad tenemos la oportunidad de conocer a los cariocas gracias a todo lo que nos cuentan Cahê y Giull de cómo son y cómo viven.
Hemos cenado con ellos y con una amiga de ambos en casa charlando de los gustos de los cariocas por el culto al cuerpo sobre todo en Ipanema y la manera de vivir.
En realidad son bastante similares a nosotros en costumbres y aún no hemos podido sacar un prototipo típico de carioca pues hay tantas clases de color de sus pieles como frutas tienen en sus zumos.
La playa es algo más que un lugar donde ir para los cariocas…es una manera de vivir, hacen todo alrededor de ella… se juntan por zonas los diferentes tipos de gentes… así, hay puestos de vigilancia numerados del 1 al 12 y en cada número se junta un tipo de gente… bohemios, chicos y chicas de gimnasio obsesionados por su cuerpo, gays y lesbianas, fumadores de marihuana… y así se agrupan según maneras de ser y vivir.
Ah y eso sí... al menos en Ipanema marcan sus curvas con mallas o ropa ajustada y escotes de vértigo hasta las mujeres de avanzada edad y en sus pies que no falten unos tacones o las famosas “havaianas”.
Para moverse por Río hemos optado por el ômnibus.. autobuses que recorren la ciudad a una velocidad impresionante.. ahora sabemos porqué nació aquí Fitipaldi.
Hay casi 500 números y has de lanzarte a ellos para que paren aunque la frecuencia de paso es muy rápida. Existen varios barrios, La zona centro está repleta de gente por la mañana y a la hora de comer los pequeños bares y restaurantes rápidos se llenan hasta los topes.
Las avenidas son enormes y los edificios más aún. Las calles están bien señalizadas y eso permite moverse con cierta facilidad.. pero por la noche este lugar tan lleno de vida se vacía y no es muy seguro caminar por él.
Mucho nos han hablado de la seguridad en Río pero parece ser que moviendose con cierta lógica no es inseguro..otra cosa es que te metas por unos de los numerosos barrios de favelas que existen..logicamente ahí la seguridad deja que desear pero por norma general hay mucha policia por las calles mas transitadas de Río.
Por cierto, ¿que os parecería estar todo el año a 25ºC?… pues eso es Río… creo que no saben lo que es ni un polar ni una bufanda porque jamás la han usado.
El otro dia descansado en Ipanema utilicé con Maider el típico truquito ...le miré y comence a sonreir.. entonces ella me preguntó.. ¿de que te ries? y le contesté... Me Río de Janeiro.. ¡¡ lo se es malo!! pero lo que nos reimos que?..
Esto es lo máximo que nos hemos atrevido a acercarnos a unas favelas.. seguro que luego no es para tanto pero bueno ya se sabe.. más vale prevenir... Hay miles de personas en esta, creo que viven unas 60.000... imaginaros!!
El famoso Cristo Redentor fue construido en 1924 y 7 años después se terminó en la cima del monte Corcovado en el parque natural de Tijuca a 710 metros de altura. Son impresionantes las vistas desde allí y es una de las 7 maravillas del mundo, ya nos quedan menos por ver!!. Hasta 1885 la subida al Corcovado estaba reservada a alpinistas y escaladores y ese año se construyó un ferrocarril y luego una carretera.
La subida al Cristo es bastante impresionante ya que subes desde el nivel del mar a 710 metros a través de un parque natural de espesa vegetación. Arriba hay miles de guiris que se mueren por disparar sus cámaras pero afortunadamente este día estaba algo nublado, no funcionaba el ferrocarril y era 1 de Noviembre por lo que el número de turistas era algo menor... cosa que se agradece en estos casos.
Hoy comentábamos Maider y yo que no se porqué todo el mundo cogemos las vacaciones en Agosto si hay millones de lugares en el mundo incluso más baratos que Benidorm o Ibiza donde se puede disfrutar de muchísimas cosas en una época en la que en España se esta con polares y bufandas... quien sabe quizas otro año os animeis ¿no?. Un besito de los dos a todos los que nos seguis. Hasta la próxima!!